Este pueblo pintoresco ofrece el mejor escenario para salir fuera de los itinerarios comunes durante tu viaje. Aunque es significativamente pequeño, esto le da un ambiente tan tranquilo y pacífico perfecto para una escapada de un fin de semana.

También, debido a su cercanía a la famosa Montaña Arcoíris, puedes llegar allí en poco tiempo, sin necesidad de despertar en la madrugada para realizar el recorrido. De hecho, solo toma un poco más de una hora llegar al punto de partida de la caminata. ¡Conoce todo sobre esta experiencia aquí!

Checacupe solía ser una tierra habitada por las antiguas etnias Checa, Cupi y Cangalla, tres comunidades precolombinas que ciertamente dejaron sus raíces y costumbres arraigadas a su gente. Cuando Cusco fue invadida y tomada por los españoles, la región fue designada a los parientes de Vicente de Valverde.

Así, como en todo asentamiento indígena, se construyeron templos y centros católicos para seguir con el plan de la corona española de “reducción de indios”, como ellos lo llamaban.

Hoy en día, la región es una reliquia del catolicismo, donde su capilla principal es reconocida como una de las más hermosas de la región cusqueña. Asimismo, también mantuvo dos puentes coloniales y una estructura que data de la época Inca.

Si visitas este pueblo pintoresco, de seguro pasarás por algunas de estas atracciones. Que el tamaño de Checacupe no te engañe, porque a pesar de ser una pequeña villa, sus calles desbordan tradiciones e historia de esquina a esquina. Aquí hemos elegido algunos de los atractivos más importantes en la ciudad:

1. Puente Inca

La ciudad de Checacupe se encuentra dividida por el retumbante río Pitumarca y justo al costado existe una construcción incaica que se levanta sobre este caudaloso paso de agua.

Esta estructura formaba parte del Qhapaq Ñan, una red de caminos incas que se extendía a lo largo del continente y conectaba con los centros más importantes del Imperio del Tahuantinsuyo.

Se estima que este puente inca se construyó entre los años 1400 y 1448, por órdenes del inca Wiracocha. Esta plataforma mantiene su cimentación Inca original y ha soportado siglos de terremotos, otro perfecto trabajo arquitectónico de los Incas.

2. Puente Colonial

Cuando los españoles se establecieron en Checacupe alrededor del siglo XVI, se construyeron casonas, iglesias y puentes que ayudarían al desarrollo económico de la región.

Se dice que entre 1759 y 1788, el Rey de España Carlos III ordenó la construcción de una plataforma que pase sobre el río, de esta manera lograrían un control administrativo en el tránsito hacia el pueblo y eventualmente a Cusco.

El puente colonial se construyó con piedra labrada unida con cal, al mejor estilo del arco romano, decorado con una capa de piedrecillas minuciosamente colocada en sus paredes. El robusto puente  colonial se encuentra en el medio de la tranquilidad, rodeado de un ambiente montañoso de ensueño.

3. Puente Republicano

Checacupe te lleva a un viaje a través del tiempo, donde tres estructuras cuentan la historia y evolución de un pueblo, que sin importar su lejanía y remota ubicación, marcó el comienzo de nuestra era.

En este caso, el Puente Republicano es una estructura que se erigió durante el siglo XIX, está hecho de fierros de riel, con la finalidad de facilitar el paso a las antiguas máquinas impulsadas a carbón.

4. Templo de la Virgen Inmaculada de Checacupe

Como mencionamos anteriormente, la región que ahora ocupa el pueblo de Checacupe estaba habitada por comunidades indígenas pertenecientes al imperio inca.

Por esta razón, se crearon centros religiosos para imponer el catolicismo sobre las creencias que tenían estas comunidades. Este templo colonial tiene una arquitectura mestiza y colonial, con un estilo renacentista marcado en toda la estructura.

La iglesia de Checacupe fue construida a principios del siglo XVIII, es uno de los templos católicos más hermosos alrededor de Cusco, también tiene una colección de pinturas antiguas, algunas provenientes de la escuela de bellas artes y artistas reconocidos como Diego Quispe Tito.

Checacupe es sinónimo de historia, pero también de tranquilidad. Su escenario natural es inigualable, donde el sonido calmante de las aguas del río Pitumarca, el frío viento que cruza por las montañas y la abundante vegetación de la región te dejarán encantado.

La ciudad cuenta con las casonas coloniales más antiguas en el área, siendo la Casona Checacupe uno de los ejemplares más característicos de la región. Esta antigua mansión perteneció a la congregación de sacerdotes jesuitas de Checacupe.

Tiempo más tarde pasó a ser propiedad de Don Angel Aedo Traverso, quien se dedicaba principalmente a la producción de fibra de alpaca en las alturas de Pitumarca. La Casona sigue siendo de propiedad de la familia Aedo, cuidadosamente restaurada para conservar la esencia original de su arquitectura.

Hoy en día es un museo abierto donde tendrás la oportunidad de quedarte entre paredes de más de 100 años de antigüedad. La Casona Checacupe ofrece una experiencia histórica, sus instalaciones fueron cuidadosamente adaptadas para servicios de hotelería de primera calidad.

Esta mansión colonial se encuentra en el corazón de la ciudad, ofreciendo la mejor ubicación para explorar los atractivos turísticos de la región.

Asimismo, es el punto de acceso más fácil para realizar la caminata hacia la Montaña 7 Colores. Atrévete a vivir la historia de un pueblo perdido en el tiempo y a explorar la belleza natural de la región andina desde lo más profundo de su corazón. ¡Conoce todo sobre la Casona Checacupe aquí!